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domingo, 30 de mayo de 2010

Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mi misma. Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento. Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta que igual opinan. Temía que me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mi mismo. Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer. Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras. Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia. Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mi misma. Temía a crecer, hasta que comprendí que aprendia día a día. Temía al pasado, hasta que comprendí que no podía lastimarme más. Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.


Hagamos que nuestras vidas cada día tengan mas vida y si nos sentimos caer no olvidemos que al final siempre hay algo más.

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