Contador de visitas Contador gratis

martes, 23 de noviembre de 2010

Cuando te preguntas por qué y no tenes respuesta no hay paz,
te sentís caer al vacío,
no hay pregunta
que duela más que ‘por qué’.
Y necesitamos entender
eso que nos inquieta,
nos perturba, nos genera ansiedad.
No entender nos enmudece. Habrá que
aceptar lo que no tiene explicación, eso que
ocurre sin que sepamos por qué.
Ese absurdo
que amarga nuestra existencia, eso que nos
deja en soledad preguntándonos una y otra
vez por qué, por qué. Ese sin sentido que
vuelve nuestra vida irreal, ese por qué que
necesita una respuesta urgente,
esos por qué que desesperan.
Cuando lo absurdo es tan absurdo ya nada importa.
Quizá se trata de aceptar que en la vida hay
cosas que no tienen explicación… o sí.

No hay comentarios: